By | 20/11/2020
En el santuario de Kodaiji podemos ver rezar al primer androide budista

Si imaginabas que habías visto todo en la robótica estabas muy confundido. Os mostramos al autómata Mindar, un sacerdote budista que ora en el santuario de Kodaiji, en Kioto, Japón.

Mindar, el robot humanoide budista

Mindar es un androide de última generación que puedes encontrar en Japón orando contra las desgracias que asolan a la sociedad en el Templo de Kodiji. El espacio es un prestigioso lugar sagrado budista con casi medio siglo de antigüedad que se halla en la ciudad de Kioto. Allí simboliza una divinidad llamada Kannon, la diosa de la compasión.

Los visitantes al santuario budista son capaces de verle rezando en una estancia contra la vanidad, la violencia, el orgullo y advirtiendo a los humanos sobre el peligro del deseo. Mediante una pantalla se muestra traducido al inglés y al chino la homilía con el que aspira aliviar el dolor de los humanos.

Características del robot Mindar.

Midar es un dispositivo robotizado que ha sido inventado por el famoso profesor de la universidad de Osaka Hiroshi Ishiguro. El proyecto del androide y su preparación no ha sido que se diga barato, ya que ha ascendido a un millón de euros. Sin duda es una adquisición que extraña con la austeridad con la que los monjes predican ante sus devotos.

Para parecerse a los hombres el autómata tiene una altura de 1.95 cm y pesa sobre los 60 kilos. En el ojo izquierdo tiene incorporado un visor que le deja controlar su entorno.

La cara, las manos y los hombros están hechos con silicona, mientras que el resto del cuerpo deja a la vista los instrumento que lo controlan, incluida la parte superior de su cabeza que necesita estar bien fría.

¿Por qué un autómata sacerdote?

Cuando los encargados del templo mandaron a Ishiguro que les fabricara un autómata, buscaban acercar sus pensamientos a la gente joven japoneses por medio de un equipo que impulsase su interés. 

A pesar de ello, meter un autómata en un lugar sagrado ha generado el descontento de parte del colectivo budista. Sin ninguna duda ven en él una profanación del lugar sagrado, así como una deshonra de su tradición.